Mantener a punto nuestra piel… ¿Quién no quiere? ¡que levante la mano!
El caso es que muchas veces no sabemos cómo hacerlo. En este artículo os describo tres técnicas de Medicina Estética sin cirugía, de utilidad demostrada, con muchos años de experiencia, y con los que se obtienen unos resultados muy eficaces.
Carboxiterapia
La carboxiterapia es una técnica que se lleva utilizando muchísimos años. Sabemos de su existencia desde 1930. Y consiste en la aplicación de anhídrido carbónico bajo la epidermis, en aquellas zonas del cuerpo dónde se encuentra adiposidad localizada: como brazos, piernas, cartucheras, y abdomen.
El anhídrido carbónico actúa sobre la flacidez, la celulitis, la adiposidad localizada y las estrías, estimulando la llegada de oxígeno a los tejidos. A nivel competitivo el oxígeno retira el anhídrido carbónico, y con esa oxigenación la piel se enriquece minimizando la flacidez.
Además, por el efecto de impacto de ocupación del espacio, se bombea la producción de fibroblastos que hacen que se ponga en marcha la cascada de producción del colágeno. Por eso se recomienda como tratamiento estrella en el tratamiento de la celulitis y la adiposidad localizada.
Es un tratamiento muy versátil, que lo suelo combinar con otros tratamientos, de los que voy a hablar a continuación. La carboxiterapia, la utilizamos mucho como tratamiento base, al que podemos seguir añadiendo otro tipo de técnicas.
Para que la carboxiterapia sea eficaz necesitamos al menos 10 sesiones. Una o dos por semana.